Continuando con la Edad de los Metales y en esta segunda vitrina, se presentan diversas piezas tanto del Calcolítico o Edad del Cobre como de la Edad del Bronce. Así destacan las cerámicas que se exhiben a la izquierda de la vitrina, en su mayoría procedentes del yacimiento de la Fuente de la República. Las cerámicas de esta época presentan algunas diferencias con respecto a las cerámicas neolíticas que podíamos ver en la vitrina del Neolítico. Así, por ejemplo, es destacable un descenso más que apreciable en la decoración de estos utensilios (de hecho ninguno de las piezas cerámicas expuestas presenta motivos decorativos), lo que sin duda es debido a que estos elementos presentan, en estos momentos, un carácter más funcional y práctico que simbólico (contrariamente a lo que sucedía en el Neolítico). Igualmente es muy característica de los nuevos tiempos calcolíticos la frecuencia con que los recipientes presentan un borde engrosado (caso de la cazuela carenada de la Fuente de la República y del plato procedente de la Cueva de las Palomas).
Al igual que sucede con la cerámica, el sílex sigue teniendo una profusa utilización en la Edad de los Metales, al menos hasta que la generalización de los metales, a partir de la Edad del Bronce, vaya desplazando ese material a un segundo plano. Así se ha querido destacar mediante la exposición de dos singulares ejemplares de puntas de flecha confeccionados en este material pétreo y que procederían de la Cueva de las Palomas y del poblado de La Cuevecilla.
Si todos los anteriores elementos son importantes y significativos de estos momentos prehistóricos, sin duda los más reveladores son los apuntados en la propia denominación de la época. Y, en efecto, es muy destacable la importante colección de elementos metálicos, rescatados, en su mayor parte, en el principal yacimiento de la Edad del Bronce del municipio: el Cerro de la Horca. Abundan de forma significativa las puntas de flecha, de las que existe una más que notable colección, aunque también podemos contemplar hachas, cinceles o puñales. La presencia de escorias de fundición (como se puede apreciar en la zona inferior izquierda de la vitrina) indica que en el yacimiento se debieron producir labores metalúrgicas. De igual forma la cantidad de elementos de posible carácter bélico (puntas de flecha y lanzas) presentes nos pone sobre la pista del auge de los conflictos por las tierras de cultivo en estos momentos prehistóricos, circuntancia generalizada en la Edad del Bronce de nuestra zona geográfica.
Por último merece destacarse el ajuar funerario de la Edad del Bronce que se expone en la vitrina. Se trata de un conjunto formado por un hacha, un puñal de remaches y un cuchillo de sílex procedentes de una tumba expoliada en el Cortijo del Río que, gracias a los buenos oficios de los colaboradores del Museo, pudo ser rescatado para su exposición pública.
