Con la mente y nuestras retinas llenas del magnífico patrimonio antequerano, a eso de las 14.00 horas partimos para el restaurante-museo “Molino Blanco”, ubicado en la carretera del Torcal. Durante este pequeño trayecto pudimos conocer de la mano de nuestro guía esta importante zona de la villa que en otros tiempos de antaño gozo de un gran esplendor industrial, con varias fabricas y molinos que aprovechaban el cauce del rio para su funcionamiento. Hoy en día la gran mayoría están derruidas y otras se han convertido en restaurantes como, precisamente, el que acogió nuestro merecido almuerzo. Buena comida, rodeados de cientos de objetos etnográficos y técnicos, testigos de otras épocas, pusieron el adecuado contrapunto a una mañana plena de monumentos e Historia.
-Vista del Restaurante Museo El Molino Blanco, con el Torcal al fondo-
-Los excursionistas reponen fuerzas en el restaurante-
-La mesa presidencial-
-Otra de las mesas de nuestros excursionistas-
-Otra de las mesas-
-Otra mesa, más en familia-
-Nuestros socios y amigos reponiendo fuerzas-
-Otra de las mesas de nuestros excursionistas-
-La mesa del guía-
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