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Patrimonio de la Prehistoria |
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Posiblemente, los primeros habitantes humanos que poblaron nuestras tierras lo hicieran en torno al millón de años antes de Cristo. Estos primeros tebeños que se dedicaban al carroñeo, la caza y la recolección de vegetales, se establecieron de forma nómada, en las inmediaciones de los ríos y arroyos de donde sacaban la mayoría de los instrumentos que utilizaban para sus quehaceres diarios. Durante cerca de medio millón de años de una época conocida como Paleolítico, el hombre vive en nuestras tierras de una forma bastante similar, aunque poco a poco va evolucionando y especializando sus materiales de trabajo hasta que en un momento dado, más o menos en torno a 6000-5000 años A.C. se asiste a una revolución en los modos de vida que cambiará por completo la historia y que ha venido en denominarse Neolítico: No obstante, los valles de los Ríos de la Venta y Guadalteba siguen siendo los preferidos durante la siguiente época conocida como Edad del Cobre o Calcolítico que comenzará en torno a los 3000 años A.C.. Los asentamientos, que durante casi todo el tiempo anterior habían sido en cuevas o en pequeñas chozas prácticamente aisladas, ahora empiezan a ser más permanentes y pequeños poblados sedentarios empiezan a verse por muchos lados. Eso sucede con lugares como el Cerro de la Corona o el Poblado que debió existir en las inmediaciones de la Lentejuela. De todas formas lo más destacable de esta nueva época es la evidencia de las primeras construcciones duraderas de piedra (fenómeno conocido como megalitismo) que, curiosamente, no se utilizarán para vivir sino para todo lo contrario; es decir, para enterrar los muertos, con independencia de que esta función no debió ser la única que tenían estas novedosas estructuras. Aunque desde hace tiempo conocíamos la existencia del llamado Dólmen de La Lentejuela y de algunas de las formas megalíticas cercanas, sólo desde 2003 y como consecuencia de las actividades de la Asociación Hisn Atiba, hemos podido verificar que en las faldas de la Sierra de la Lentejuela que dan al Valle del Guadalteba existe no ya algunas de estas construcciones funerarias
sino que estamos ante toda una necrópolis o cementerio megalítico único, sin lugar a dudas en toda la Zona Central de Andalucía, no sólo por el número de enterramientos sino por lo peculiar de algunas de sus estructuras |